El reciente escándalo por la entrada de Antonio Attolini, ex miembro del movimiento #YoSoy132, a la nómina de Televisa puede ejemplificar estos matices. Habrá quien quiera otorgarle el beneficio de la duda y esperar para ver qué es lo que planea realmente.
El nuevo programa "Sin Filtro"en el que aparecerá Attolini junto a Jorge M. Galván Romero, de quien circulan fotos ondeando banderas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y saludando a Manlio Fabio Beltrones, en una de las cuales aparece el propio Attolini, tiene olor a farsa.
En el anuncio del nuevo programa de opinión, los gloriosos muchachitos que aparecen nos reiteran que hablaran por el prójimo. En sus propias palabras, ellos discutirán "lo que a ti te interesa". Otro, valiente dice: "Yo estoy aquí porque quiero que tú estés opinando sobre los temas que a ti te interesan."Valga la sinceridad.
Pero según el plan que ha revelado Attolini, pretende criticar al monstruo desde su estomago y seguir los pasos de Aristegui. De hacerlo, sólo lograría darle una apariencia democrática a la televisora en crisis, que toleraría durante algún tiempo esas criticas para intentar vacunarse antes del pronosticado derrumbe de su raiting. Ese debe ser el plan de sus nuevos patrones. Por ello, Emilio Azcárraga, en modo de autodefensa, escribió en su cuenta de Twitter "Cuando abrimos, porque abrimos.. Cuando no abrimos, porque no abrimos.. Yo a favor de la apertura". ¿Alguien le cree?
Entre la ola de críticas que han surgido en la redes sociales contra el ex miembro del movimiento #YoSoy132, destaca el comunicado de la asamblea del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), pues además de ser claro y puntual, tiene el valor de ser redactado y firmado por quienes debieron ser sus compañeros directos y más cercanos:
"[...] Antonio aceptó la oferta de trabajo que le hizo Televisa siendo aún miembro de la asamblea #YoSoy132ITAM, lo que desde nuestro parecer, es una absoluta incongruencia con los ideales y objetivos del movimiento, los cuales seguimos defendiendo. Televisa es una empresa que explota un bien público en un esquema de nula competencia, usa el poder de la información para imponer sus propios intereses sobre aquellos de la población mexicana, muchas veces en contubernio con los partidos políticos y a través de intercambios de favores y privilegios, construye candidaturas y posiciona diputados y senadores dentro del Congreso de la Unión, quienes en lugar de ser representantes de la población son representantes de los intereses privados. Por esto, como asamblea local, consideramos que aceptar un trabajo en dicha concesionaria es legitimarla, es ser cómplice de la corrupción entre Televisa y los partidos políticos."
Este comunicado afirma algo que estuvo claro desde el inicio de la aparición pública de Attolini: "su figura fue mediática, no orgánica". Él no tuvo reparo alguno en brincarse las asambleas y discusiones para hablar a nombre de todo el movimiento; algo absurdo considerando la naturaleza organizativa del #YoSoy132.
Para algunos, él era el infiltrado más peligroso del movimiento porque es inteligente -ni dudarlo-, es un buen retórico y, como dicen por ahí, retrata bien en cámara. Esta historia no es nueva. Bien se dice ya que el viejo PRI está de regreso: toma tus treinta monedas o entra al cadalso.