Tal como lo prometió, la revista francesa Charlie Hebdo publicó ayer caricaturas ridiculizando al profeta Mahoma, que en algunas aparece desnudo, incrementando así la ira del mundo islámico, que denunció lo que llamó una nueva “provocación”.
Previendo ataques, el gobierno galo decidió reforzar la seguridad de sus embajadas, que cerrarán el viernes sus puertas en 20 países. Sin embargo, y pese a las críticas que desató la publicación, en momentos en que los musulmanes ya están enfurecidos por el tráiler de una película que muestra a Mahoma como un mujeriego y abusador de niños, la administración de Francois Hollande dijo que no actuará contra Charlie Hebdo.
“Estamos en un país donde la libertad de expresión está garantizada, incluida la expresión en caricaturas; si la gente realmente se siente ofendida en sus creencias o piensa que la ley fue infringida puede ir a la corte. Las leyes también son respetadas”, explicó el primer ministro de Francia, Jean-Marc Ayrault.
La portada de Charlie Hebdo muestra a un musulmán en silla de ruedas empujado por un judío, bajo el título de “Intocables”, en referencia a la película más taquillera de Francia, y un globo de diálogo que dice: “No hay que bromear”. En las páginas interiores de las revista los dibujos son más fuertes y aparece el profeta Mahoma desnudo y en actitudes indecorosas. El editor jefe de la revista, que se hace llamar Charb y ha estado bajo protección policial durante un año, defendió las caricaturas. “Mahoma no es sagrado para mí”, dijo en una entrevista en las oficinas del semanario.
“No culpo a los musulmanes por no reírse de nuestras caricaturas. Yo vivo bajo la ley francesa; no vivo bajo la ley coránica”. El semanario fue blanco de ataques en 2006, tras publicar caricaturas alusivas a Mahoma.
Las caricaturas difundidas ayer desataron nuevamente la cólera de los musulmanes. Incluso el gobierno de Estados Unidos cuestionó la conveniencia de haberlas publicado en momentos en que la violencia por el tráiler de la cinta “La Inocencia de los Musulmanes” ha dejado más de 30 muertos. “No cuestionamos el derecho de que algo como eso sea publicado, sino el criterio detrás de la decisión de publicarlo”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, en una rueda de prensa.