Miercoles 16 de Enero del 2013 |
El brote de influenza porcina en México ha venido a intensificar la descomposición de la economía. Así, mientras el Banco de México prevé una estrepitosa caída de 4.8% para el PIB en 2009, los analistas estiman que el contagio económico de la emergencia sanitaria podría costar una caída de entre 0.5 y 0.8
Versiones de la Revista:
Las campañas políticas tocan la puerta. A partir del 3 de mayo, una marabunta de candidatos tratará de atrapar al público electoral para embolsarse una curul en el Congreso. La guerra sucia ya está aquí.
Los empleados mexicanos registran una productividad pobre, sin incentivos y con una tecnología obsoleta; su salvación está en promover la educación y en la aplicación de una nueva filosofía laboral.
El Gobierno Federal presume tener un as bajo la manga que le permitiría contrarrestar los latigazos de la crisis. Se trata de la puesta en marcha de una medida que tiene como encomienda: proteger la innovación y la cultura emprendedora, para levantar negocios en un santiamén y generar flujo de capital que atempere la crisis.
El segundo jugador más importante del retail en México está padeciendo los dolores por la compra de Gigante y por las malas condiciones del entorno económico; sus planes de expansión tendrán que esperar hasta 2010, cuando podría intentar hacerle sombra a Wal-Mart.
La situación financiera de Metrofinanciera llegó a su límite. Ante la incapacidad de pagar sus deudas, repartirá parte de su capital entre sus acreedores, que incluye al propio Gobierno Federal.
Ante la caída de su matrícula, las universidades privadas hacen esfuerzos por no perder más alumnos. Congelar cuotas, ofrecer menores costo de financiamiento y más becas; las opciones que pusieron en marcha las empresas educativas.
No hay información sobre las negociaciones con sus acreedores, pero el presidente de Cemex confía en que la compañía podrá superar el difícil episodio por el que atraviesa y que surgirá más fuerte que nunca.
La desaceleración de la economía ayuda a las empresas medianas y pequeñas a reclutar ejecutivos, los mismos que en mejores condiciones no voltearían a verlas. Estas compañías tienen un aliado para lograrlo.