Este país, por años, ha predicado una máxima que ha sido la llave que políticos, empresarios y ciudadanos, han usado para enfrentar la realidad: el que no transa, no avanza. Así, los mexicanos han profesionalizado una práctica que en todo el mundo existe, pero que aquí parece perpetuarse: el acuerdo tras bambalinas que se ejecuta bajo la sombra de la formalidad