El país helénico está al filo de la quiebra y, eso, sería letal para los mercados financieros globales. Hoy, la gigantesca deuda griega podría generar un cisma mucho mayor a lo ocurrido con Lehman Brothers, con un efecto dominó en Irlanda, Portugal y España. De momento, la banca y los griegos tendrán que pagar los primeros platos rotos