Imponer al candidato, que no necesariamente es el mejor posicionado en las encuestas, o dejar que el PAN brille por sí solo y escriba su propio destino? Esa es la disyuntiva que tarde o temprano tendrá que resolver Felipe Calderón. Al respecto, los especialistas advierten que de esta decisión dependerá la estabilidad panista para los próximos años