La confirmación de que la coalición de oposición, secular y liberal, asistiría a la reunión tras boicotear las negociaciones de reconciliación auspiciadas la semana pasada por el presidente islamista Mohamed Mursi había generado esperanzas de un fin a las protestas callejeras y a la violencia.
El hecho más reciente de agitación en la transición de Egipto a la democracia tuvo lugar tras la emisión, el 22 de noviembre, de un decreto por parte de Mursi en el que se otorgó amplios poderes ante decisiones de la justicia.
Asimismo, el gobierno dio a conocer que el referéndum en Egipto se dividiría en dos días, el 14 y el 22 de diciembre, mientras que la oposición quiere que se realice en un solo día.
La Carta Magna, que será votada en un referéndum nacional, es un preludio necesario para las elecciones parlamentarias que tendrían lugar a comienzos del próximo año.
Trascendió que el aplazamiento de las conversaciones tuvo lugar mientras los egipcios en el exterior comenzaban a votar en embajadas el referéndum sobre la nueva Constitución, que Mursi dispuso a través de una Asamblea dominada por islamistas que fue la encargada de redactar el documento. El inicio del proceso de votación fue un contratiempo para la oposición, que esperaba retrasar el plebiscito.
OPOSICIÓN VOTARÁ "NO"
La principal coalición opositora de Egipto dijo que el grupo impulsará el voto por el "no" en el referéndum en lugar de boicotearlo.
"Votaremos 'no'", declaró el político opositor y ex jefe de la Liga Árabe Amr Moussa. Otra figura de la oposición también anunció que el grupo impulsaría el voto negativo.
Moussa también mencionó que iba a asistir al diálogo de unidad junto al ganador del Premio Nobel de la paz Mohamed ElBaradei, al izquierdista Hamdeen Sabahy y al líder del Partido Liberal Wafd Mounir Fakhry Abdel-Nour.
Al ser consultado sobre la decisión de posponer el encuentro, Moussa respondió que no estaba enterado del cambio de planes.
El Ejército afirmó que el aplazamiento se debió a un bajo nivel de aceptación por parte de los invitados al diálogo de unidad y no dijo de inmediato para cuándo se reprogramaría el evento. El Ejército dominó Egipto durante la era posterior a la colonia y oprimió durante décadas a la agrupación Hermanos Musulmanes. Cada presidente del país provino de estamentos militares hasta que Mubarak fue derrocado el año pasado.
Tras su victoria en las elecciones de junio respaldado por los Hermanos Musulmanes, Mursi hizo a un lado a los generales que habían detentado el poder en forma provisoria tras la salida de Mubarak y designó a un nuevo alto mando. Pese a todo, el Ejército se presenta a sí mismo como un garante de la seguridad nacional.
Con información de agencias