La transición política de la administración del ex presidente Felipe Calderón a la del recién electo Enrique Peña Nieto ha sucedido sin mayores contratiempos. En cada una de las dependencias de gobierno, el titular entrante reconoce los éxitos del saliente y señala los pendientes que aún se encuentran sobre la mesa.
En el caso de la vivienda, específicamente en referencia al Instituto del Fondo Nacional de Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), hay una lista importante de logros alcanzados a lo largo de dos sexenios panistas, así como diversos pendientes por atender. A pesar de esto, la línea que el organismo ha seguido parece no haberse alterado de manera drástica con el cambio de liderazgo.
Desde el 25 de enero de 2001, y por los doce años siguientes, Víctor Manuel Borrás estuvo al frente del Infonavit, y en su gestión se concretaron muchos de los temas que por años habían quedado desatendidos. Entre éstos se encuentran los préstamos para vivienda a segmentos de un salario mínimo y créditos para la renovación de la vivienda, así como los cofinanciamientos y los financiamientos en pesos.
El número de créditos otorgados por el Infonavit, uno de los logros más destacados de la administración de Borrás, es el mayor que se haya registrado en su historia. De acuerdo a datos del instituto, siete millones de familias recibieron un financiamiento entre 2007 y 2012, esto en un drástico contraste frente a los dos millones de créditos otorgados entre mayo de 1972, año de la creación del organismo, a noviembre de 2000. En tanto, para noviembre de 2012, se han autorizado 490,000 préstamos, y esperan concluir el año con 550,000.
Estos alcances son heredados al nuevo director general del Instituto, Alejandro Murat Hinojosa, hijo del ex gobernador de Oaxaca, José Murat, y que formó parte del equipo de transición de Peña Nieto como coordinador en el tema de vivienda, y que previamente ya había trabajado con el presidente en su gestión como gobernador del Estado de México.
En su currículum se encuentra el haber sido electo diputado federal por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en 2003, para posteriormente desempeñarse como director general del Instituto de la Función Registral del gobierno del Estado de México, y finalmente como director general del Consejo Directivo del Sistema de Radio y Televisión Mexiquense.
Algunas señales de los posibles cambios en las directrices del Infonavit ya se dilucidan con los cuatro ejes que, de acuerdo a Murat, regirán el trabajo del organismo. Éstos son: mayor eficacia, vinculación y articulación entre las diferentes instituciones y niveles de gobierno; más financiamiento a los trabajadores y que al mismo tiempo garantice esquemas crediticios que fortalezcan su patrimonio; mayor trabajo en la calidad y sustentabilidad habitacional; y la "dignificación del patrimonio de los trabajadores y sus familias".
Al término de su gestión, Borrás Setién hizo un balance de los éxitos y los problemas por resolver dentro del órgano de vivienda. Indicó que el "Infonavit es una institución en plena marcha que seguirá entregando buenas cuentas a los trabajadores y a sus órganos de gobierno", y precisó que 2012 "será el mejor año en la historia" para el Instituto, debido a la estrategia de diversificación de productos de financiamiento.
Al respecto, el Infonavit indicó mediante un comunicado que, para el próximo año, el 83.5% de los créditos que se otorguen se orientarán a la compra de casas nuevas y usadas, en tanto que el resto se utilizará para remodelación, ampliación, construcción de casa propia e incluso para pagar hipotecas con otras instituciones financieras.
Sin embargo, esta estrategia ha tenido un considerable impacto en los ingresos de las compañías constructoras, lo que se refleja en que para el periodo entre enero y octubre de 2012, los créditos otorgados por el Instituto que se dirigen a la compra de una vivienda nueva cayeron 7.7% interanual.
Sobre esto, Murat ya ha declarado que el Infonavit "seguirá brindando diversas alternativas de financiamiento para satisfacer las distintas necesidades habitacionales de los trabajadores", lo que sin duda denota que esta iniciativa continuará durante la nueva administración federal.
El nuevo director incluso afirmó recientemente que para fortalecer el mercado inmobiliario, se prevé la implementación de un esquema de rentas para que las personas puedan habitar una vivienda, sin que se vean forzados a adquirirla. Detalló que este mercado es uno muy atractivo a nivel mundial y con un importante potencial para México que sería "interesante de explorar más adelante y darles alternativas de vivienda a los ciudadanos". Ciertamente, esto podría representar la continuación de la tendencia a la baja que la compra de viviendas nuevas ha registrado en los últimos años.
En cuanto al otorgamiento de créditos, el Infonavit ya prevé que entregará menos en 2013 en comparación con 2012, para ubicarlos en 545,000, con una inversión acumulada de 178,920 millones de pesos. Esta reducción, que si bien no parece tan contundente, puede representar un viraje en la estrategia de entregar la mayor cantidad de financiamientos posible, esto frente a fenómenos cada vez más crecientes como el abandono de viviendas, consecuencia de diversos factores como la falta de infraestructura urbana o inseguridad.
Sobre este tema, Borrás ha sido enfático al señalar que el Infonavit cumplió con su deber al entregar créditos, y que cuestiones como la planeación y el desarrollo urbano en las zonas donde las viviendas se establecían no eran de su competencia. Recordó que en 2000, el problema esencial era la falta de vivienda, por lo que la prioridad era la edificación de casas y el otorgamiento de financiamientos, aunque precisó que "el desarrollo urbano fue más lento".
En su primera semana al frente del Infonavit, Alejandro Murat ha reconocido los logros, pero también ha hecho duras críticas en torno al desempeño de Víctor Borrás durante 12 años a la cabeza del instituto.
Murat precisó en su primer mensaje como director del organismo que "un plan de acción exitoso debe retomar y dar continuidad a los elementos de política que dieron resultados positivos y que deben seguir instrumentándose".
En contraparte, durante un encuentro con senadores de la Comisión de Vivienda de la Cámara Alta, aseveró que durante los doce años de administración panista, favoreció la construcción de viviendas, pero que a su vez se sacrificó "calidad y sustentabilidad", además de que criticó la falta de directrices claras de desarrollo urbano.
Asimismo, señaló el conocido problema de las casas abandonadas, con 4.9 millones de viviendas en esta situación, sobre las cuales ya adelantó que el instituto buscará recuperar. Mencionó además que la inadecuada ubicación de los desarrollos urbanos llevó al desaprovechamiento de 96,000 hectáreas intraurbanas, abandonadas o especulativas, y en su lugar optó por construir en zonas periféricas a las ciudad, lo que provocó que se incrementara la mancha urbana y que "hasta el 50% del ingreso" de las familias se orientara a transporte, además de largos tiempos de traslado.
Sobre el tema, Borrás Setién ha declarado que la compra de terrenos y la localización de los desarrollos es responsabilidad de las empresas constructoras, y que de 2007, el instituto les dijo que debían favorecer el crecimiento vertical de las viviendas.
A pesar de los cambios que pueda haber dentro de la administración del Infonavit, vicepresidente de Planeación Estratégica del Infonavit, José de Jesús Gómez, no prevé que se afecte su evolución, ni su política de otorgamiento de créditos hipotecarios.
La declaración es acorde a las del mismo Alejandro Murat, quien a pesar de las críticas a la pasada dirección, sí ha reconocido "un modelo exitoso para construir vivienda, que hay reconocer y fortalecer", aunque admite que hay "externalidades" que deben tomarse en consideración.
Sin embargo, si habrá cambios drásticos en las políticas de vivienda o no, sólo se confirmará con las nuevas directrices que se vayan revelando con el tiempo, y bajo las cuales operará, ni más ni menos, la institución encargada de brindar a la gran mayoría de los trabajadores mexicanos, la oportunidad de obtener un patrimonio.