Malas noticias salen de Oriente para el resto del mundo: el tigre asiático, a la vuelta de la esquina, podría caer en recesión, lo que castigaría más las perspectivas económicas globales. Así, en su afán de salvarse del peligro que lo acecha, podría depreciar el yuan lo que abriría la brecha para una guerra comercial con EU y otras potencias