Yesid Vásquez, comandante de la Policía Metropolitana de Medellín, precisó, citado por el diario El Tiempo, que, de acuerdo a testimonios recogidos entre vecinos, se encontraban ayer unas 16 personas en la finca La Piscina, en la vereda El Salado, donde aparecieron los cadáveres.
En la madrugada del lunes, la señora encargada del aseo de la hacienda fue la primera que halló uno de los cuerpos. La Policía llegó a las 7:30 de la mañana y encontró en el lugar los nueve cadáveres, divididos en los dos pisos de la finca. Unos estaban en áreas comunes y otros en dormitorios, pues al parecer dormían.
"Aún no se conoce las identidades de las víctimas. ¿Pero a que más puede deberse un crimen de estos si no a un enfrentamiento entre bandas criminales que están en el negocio de las drogas?", preguntó el general Vásquez.
Las autoridades confirmaron que los hombres y las mujeres fueron asesinados con armas de corto y largo alcance que disponían de silenciador. Encontraron en el lugar un vehículo blindado y las placas tapadas y una motocicleta.
Se informó que la Policía, que ofrece 20 millones de pesos por información, busca en los alrededores a las demás personas que estaban en lugar. Al parecer, la propietaria de la finca se encuentra por fuera de la ciudad. Asimismo, habrá un consejo de seguridad con las autoridades locales.
Versiones
Según El Espectador, el general Vásquez confirmó que los agentes hallaron los cuerpos sin vida en la finca La Piscina.
"Hay un vehículo estacionado con las placas tapadas, igualmente con un arma de fuego visible en este sitio", precisó el comandante de Policía de Antioquia en entrevista con la radio.
Vásquez informó que el asesinato se dio en zona rural de Envigado, a pocos metros del lugar donde estaba ubicada la cárcel de La Catedral, en la cual estuvo recluido el entonces jefe del cartel de Medellín, Pablo Escobar Gaviria.
De acuerdo con el sitio web de la revista Semana, las autoridades de Antioquia aseguran que ésta podría ser la más grande masacre en los últimos dos años en el Valle de Aburra. "Las nueve personas fueron acribilladas mientras disfrutaban de una fiesta de fin de año en la finca".
La publicación agregó que "los primeros datos advierten que desde la tarde del 30 de diciembre cerca de 21 personas habían llegado a ese predio alquilado por una de las víctimas para disfrutar del festejo".
Relató que en la madrugada, hacia la 1:30 de la mañana, algunos de los invitados abandonaron el lugar y tan sólo nueve habrían decidió continuar con la fiesta. "En la mañana de este 31 de diciembre, una mujer que prestó sus servicios domésticos durante la reunión y que se había retirado en la madrugada, regresó para continuar con sus labores cuando encontró el cuadro trágico".
Precisó que los cuerpos de cinco hombres estaban tirados boca abajo en varios sitios de la sala y el comedor, mientras que los de cuatro mujeres estaban repartidos en algunas de las habitaciones del segundo piso de la residencia.
Hasta ahora la Policía judicial no se aventura a plantear hipótesis sobre lo sucedido. "Lo único que hasta ahora han revelado es que los homicidas utilizaron pistolas con silenciadores lo que permitió que los vecinos no se hubieran percatado de la masacre", dijo Semana.
Las autoridades, agregó, hasta ahora no han reconocido a las víctimas y tratan de establecer la identidad de los propietarios.
Según Semana, por ahora se habla de vendettas entre grupos de narcotraficantes. De hecho, algunas informaciones en la zona aseguran que en la noche del 30 de diciembre se presentó una reunión de narcotraficantes cerca del lugar.
Con información de agencias