Cuando elsemanario.com cuestionó a la entonces titular de la AMAI, Gabriela de la Riva, por los cuatro días de silencio impuesto por el IFE a las casas encuestadoras, esto previo a que se llevaran a cabo las elecciones federales, de la Riva aseguró que "los afiliados a la AMAI nos tenemos que quedar con la boca callada; no estamos de acuerdo en esto, creo que es una práctica que nos pone a la altura de países como Libia, países poco desarrollados y democráticos". También reconocía que la medida no colaboraba en nada, "sobre todo en aquellas campañas electorales que estén muy cerradas; es muy riesgoso porque cuando tu vas teniendo una foto de toda la historia, de todo el cuento, tú sabes mas o menos como va a quedar el final, tanto que te gusta porque es tu candidato y va arriba, como si no te gusta porque va abajo; te va preparando, te va dando una imagen para que no te sorprenda tanto la elección (...) mientras mas transparencia, mientras menos vedas y cosas escondidas tengamos, la gente va a tener mas decisión en su voto, estas cosas lo único que hacen es generar mas incertidumbre".
A cinco meses de que se impusiera la famosa veda a las polémicas encuestadoras, ninguna ha sido sancionada o afectada por cambios que busquen una regulación, al menos, para generar certidumbre en los electores.
"Yo te diría que del ocho al doce por ciento, son encuestas e investigación política, estas son las que mas ruido hacen, pero realmente lo que a nosotros nos da de comer son nuestros clientes de productos de consumo, de servicio, de bancos de coches, botanas, de refrescos; nuestro producto final no es una encuesta o gráfica, es credibilidad? No vamos a poner en riesgo nuestra credibilidad por un candidato o por un partido político, no vamos a correr el riesgo de engañar o de asociarnos en un engaño con un candidato y arriesgar nuestro prestigio y nuestra credibilidad, eso es lo que nosotros vendemos, nos ponemos en riesgo incluso de perder nuestro negocio", justificaba de la Riva ante las nacientes acusaciones de partidos y escasos medios, por lo ventajoso que resultaba la preferencia que mostraban por determinados candidatos.
Para el diputado federal panista, Fernado Rodríguez Doval, se trató de un comportamiento "poco ético de falseo de resultados", el que tuvieron en su momento las casas.
"Las encuestas tienen una incidencia en el comportamiento electoral de las personas, movilizan al electorado en un sentido o en otro, incentivan un voto estratégico, influyen en los donativos, en el flujo de recursos que pueden llegar hacia un candidato o no", reconoce el legislador.
Ante la falta de una actitud seria, ilustrada, enérgica por parte del IFE ante el "deporte" que tuvieron a bien tomar los encuestadores, el diputado Rodríguez enfatiza que "lo que nosotros queremos es que las encuestas se transparenten al máximo, no solamente su metodología. Tenemos que ser muy conscientes de que en este último proceso electoral la mayoría de las encuestas fracasaron".
"Algo que, por ejemplo, vimos claramente en los procesos electorales estatales del año 2010, es que muchas de estas empresas que difundían sondeos también trabajaban en los equipos de campaña de muchos candidatos y, casualmente, siempre sobreestimaban al PRI. Ese es un fenómeno que está comprobado, no era un sesgo equitativo hacia todos los partidos, las equivocaciones de las encuestas eran sistemáticamente favorables a ese partido", acusa.
Pero lo que la AMAI en su momento aclaró, fue que "los candidatos van y vienen y nosotros nos quedamos, entonces creo que si es un mito pensar que nosotros nos vamos a prestar... que hay diferencias entre los estudios si las hay, hay algunos que se salen dramáticamente de la media, al día de hoy afortunadamente, hay muchas encuestadoras serias, muchas que no lo son pero hay muchas de ellas y ahora, ya se puede sacar una media en donde tu claramente ves cuales son aquellas encuestas que se salen".
Para Edmundo Berumen, participante en el pasado "Foro: Las Encuestas Electorales, la Experiencia de 2012", la diferencia entre las encuestas radica en las encuestas propias de agencias, que pueden o no difundir algunos de sus resultados y venden a terceros informes completos de cada medición, o análisis bajo pedido.
También existen las encuestas contratadas a las agencias, por terceros ajenos a los medios, para consumo interno, que en ocasiones difunden a los medios algunos de sus resultados, además de las encuestas elaboradas con recursos propios de algunos medios o contratadas a terceros con el propósito explícito de difundir sus resultados.
Lo que en este renglón señala el diputado Rodríguez Doval, es que la atención debe estar centrada en un aspecto clave, la transparencia en las encuestas. "Nosotros hemos insistido en dos cosas, que todo encuestador que publique encuestas, diga quién patrocinó la encuesta y si él mismo está colaborando en la estrategia electoral de algún candidato. "Lo que hemos visto en anteriores procesos electorales, es que muchos encuestadores trabajaban en el cuarto de guerra de los candidatos del PRI y esto generaba un problema en cuanto a su imparcialidad, porque algunos de ellos manipulaban los datos, hay que decirlo con toda claridad".
De acuerdo a Hugo Venancio Castillo, representante de la Fundación Rafael Preciado en el Foro Electoral que tuvo lugar en el IFE, la probable influencia de las casas encuestadoras en la preferencia electoral de 2012, puede ser explicada por la teoría de la señalización (Teoría de Juegos), la cual menciona que los agentes (racionales) pueden conjeturar (probabilidades subjetivas) su comportamiento futuro, a partir de la información que el mercado va mostrando, de tal forma que el resultado final del juego se determine con las señales enviadas al mercado, según citó Venancio Castillo de Spence: 1978. Nobel 2001 - compartido con Akerlof y Stiglitz.
Para el diputado panista, se trato del instinto básico de las encuestas las cuales "en todo proceso electoral mantiene una influencia, "si tu candidato, las encuestas muestran que no pueden ganar, eventualmente consideras tú, votar por otro candidato y tienen también una incidencia en cuanto a la movilización del electorado. Esto pasó en 2012, no quiero decir que las encuestas fueron determinantes para el triunfo de Peña Nieto, pero como en toda contienda electoral, por supuesto que influyeron".
"La AMAI continuará con una intensa campaña de difusión dirigida a periodistas, informadores, líderes de opinión en estados en los que se celebrarán elecciones con el objetivo de generar conciencia en la importancia de las encuestas en los procesos electorales, aclarar las limitantes de los estudios y la importancia de incluir la metodología en las encuestas", argumenta Luis Woldemberg, presidente de la Asociación, al tratar de atinar en el sentido que tuvo el levantamiento de encuestas este año, pese a no haber superado la polémica de números inflados y que brincaban la realidad electoral de los candidatos en cuestión.
De acuerdo a Fernando Rodríguez, no está establecido en la ley que tengan que ser sancionadas las encuestadoras tras haber aceptado su error en los resultados ofrecidos, previo al día de las elecciones, "mas bien su sanción es una sanción social, yo creo que esa si la han recibido, vendría una conciencia generalizada en la población, de que las encuestas estuvieron bastante manipuladas en el pasado proceso electoral y de que fallaron estrepitosamente, en ese sentido ya tienen una sanción social y política".
Para el legislador, la solución está en insistir en que todo encuestador que publique encuestas, diga quien patrocinó su trabajo y si él mismo está colaborando en la estrategia electoral de algún candidato, pues a decir de su experiencia, muchos encuestadores trabajaban en el cuarto de guerra de los candidatos del PRI y esto generaba un problema en cuanto a su imparcialidad, pues asegura, algunos de ellos manipulaban los datos, "hay que decirlo con toda claridad, para salir en estos números para arriba, siempre con candidatos del PRI".
Para Leonardo Valdés, la principal característica de las encuestas es permitir calcular las preferencias de los electores en un momento específico, e incluso ayuda a estimar resultados electorales con base en encuestas de salida y conteos rápidos, lo que propició que diferentes fuerzas políticas las utilizaran en sus estrategias, pero hasta ahí. El funcionario electoral no ha sido capaz de formular nuevas regulaciones o la ejecución de protocolos para mantener una garantía de transparencia sobre los trabajos que muestran la tendencia electoral en tiempos de campaña.
Lejos de criticar el trabajo de las casas, aplaudió una supuesta efectividad de las mismas, pues durante su participación en el Foro Electoral realizado en el IFE, aseguró que "la efectividad y el profesionalismo que caracteriza a quienes integran el medio, los llevó al centro del debate político".
Tal vez por esto, Rodríguez Doval pide que el IFE debe tener un papel más activo, "nosotros creemos que el IFE tiene que dar una opinión sobre el trabajo de estas encuestas en el proceso electoral; nosotros nos pronunciaríamos porque el IFE hiciera su propia propuesta como ya lo ha hecho en otras ocasiones, de una eventual regulación de las encuestas. Esperamos que el Instituto pueda tener elementos para tener su propia postura al respecto".
De esta forma, a pesar del papel tan lamentable que tuvieron las encuestas en este proceso electoral, sería improbable e impensable pensar en el extremo de prohibirlas, limitarlas o sobre regularlas, "simplemente consideramos que las propias encuestas tienen que mejorar sus mecanismos internos de regulación; en ese sentido consideramos que las propias encuestas mejorarán su propia autorregulación", asegura el legislador panista.
Qué será de ellas para el 2018? Cómo podrá el usuario distinguir unas de otra en relación a su confiabilidad? Qué rol tomará el IFE? Quién protegerá al ciudadano de falsedades en la información? Quién supervisará profesionalmente la calidad y confiabiliodad de las mismas? Quién ...., quién....