La información la dio a conocer anoche el ministro de Comunicación e Información, Ernesto Villegas, quien agregó, sin embargo, que el mandatario venezolano requiere "medidas específicas para la insuficiencia respiratoria".
Villegas se dirigió al país en cadena nacional de radio y televisión, e indicó que "el paciente está cumpliendo estrictamente con el tratamiento" médico. "El presidente está consciente, en comunicación con su familia y con su equipo político y con el equipo médico que lo atiende. Manteniéndose al tanto de las informaciones de interés".
Villegas, quien no había vuelto ha dar detalles del estado de salud del presidente Chávez desde el pasado 7 de enero, exhortó a los venezolanos a unirse en oración para que la patrona de Barquisimeto, la Divina Pastora, colme al país de paz y felicidad.
Por su parte, dirigentes del oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) defendieron hoy a los voceros gubernamentales, al señalar que éstos han informado de manera responsable y coherente sobre la salud del presidente Chávez, quien permanece en Cuba desde hace más de un mes.
El alcalde de Caracas, Jorge Rodríguez, uno de los jefes políticos del PSUV, rechazó en conferencia de prensa los señalamientos de la oposición.
Acompañado por los gobernadores de los estados de Anzoátegui y de Zulia, Aristóbulo Istúriz y Francisco Arias, respectivamente, el dirigente del PSUV señaló que el pueblo venezolano habló el pasado 7 de octubre, cuando reeligió a Chávez para un nuevo periodo gubernamental.
Rodríguez criticó a la prensa española por informar sobre "inestabilidad política en Venezuela" e indicó que es el gobierno de la península ibérica el que enfrenta momentos difíciles.
El dirigente político ratificó el comunicado oficial dado a conocer ayer por el gobierno venezolano sobre la salud de Chávez, quien permanece en La Habana, Cuba, donde recibe tratamiento contra el cáncer que padece.
Ante la imposibilidad de acudir al Poder Legislativo, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de Venezuela dictaminó en víspera del acto que no era necesaria una nueva toma de posesión, por gozar de un permiso de la Asamblea Nacional para ausentarse del país.
El pronunciamiento fue celebrado por miles de chavistas, quienes el 10 de enero inundaron las calles de Caracas bajo el lema "yo me juramento con Chávez", una congregación a la que se sumaron también líderes suramericanos y caribeños.
Brasil instó al gobierno de Venezuela a realizar elecciones "lo antes posible" en caso de que muera el convaleciente mandatario Hugo Chávez, dijeron el lunes a Reuters funcionarios brasileños de alto rango, una intervención que podría garantizar una transición sin sobresaltos en la nación petrolera.
Funcionarios brasileños expresaron sus deseos directamente al vicepresidente venezolano Nicolás Maduro, según aseguraron bajo condición de anonimato, reseñó Reuters.
Chávez, quien fue operado en Cuba el 11 de diciembre por el cáncer que padece y lleva un mes sin hablar ni ser visto en público, designó a Maduro como sucesor en caso de que su condición médica le impida volver al poder.
"Estamos diciendo explícitamente que si Chávez muere nos gustaría ver elecciones lo antes posible", dijo un funcionario. "Pensamos que es la mejor forma de asegurar una transición democrática pacífica, que es el principal deseo de Brasil", agregó.
La salud de Chávez es delicada tras una serie de complicaciones postoperatorias, incluyendo una infección pulmonar, lo que ha disparado rumores -desmentidas por el Gobierno- de que se encuentra al borde de la muerte.
La Constitución establece que deben celebrarse nuevas elecciones en un plazo de 30 días si Chávez muere.
Sin embargo, algunos funcionarios extranjeros en la región y activistas en los círculos más radicales de la oposición venezolana expresan en privado temores a que el Gobierno cambie las reglas, en especial si Maduro corriera peligro de perder en un los comicios.
La controvertida decisión de la Corte Suprema de posponer la semana pasada el acto de asunción de Chávez para un nuevo mandato de seis años reforzó el temor a que el gobierno pueda recurrir a maniobras para mantenerse en el poder.
El gobierno venezolano dijo el domingo que la salud de Chávez había mejorado un poco, pero su infección pulmonar todavía exige cuidados especiales.
La posición de Brasil podría ser crucial. La mayor economía de América Latina es un aliado de Venezuela y tiene una creciente influencia diplomática en la región.
La presidenta, Dilma Rousseff, es una izquierdista moderada cuyo partido ha apoyado fuertemente a Chávez durante la última década. Sin embargo, es percibida como neutral y sus credenciales democráticas son suficientemente sólidas como para que Brasil se erija en un mediador capaz de evitar una crisis en Venezuela.
Brasil también usó "emisarios" para comunicar su posición al líder de la oposición venezolana, Hernique Capriles. Los funcionarios brasileños esperan evitar una revuelta en caso de que Chávez muera, un escenario que parece improbable dada la posición hasta ahora cauta de la oposición.
"Estamos trabajando muy duro para asegurar que haya paz", dijo el funcionario.
Capriles, que muchos asumen que sería el rival de Maduro en caso de una nueva elección, hizo hasta ahora críticas moderadas al Gobierno. La semana pasada dijo que una confrontación violenta sólo favorecería a los partidarios de Chávez.
Brasilia busca liderazgo
Brasil está informando a Estados Unidos de sus acciones y espera convencer a Washington de que lo deje liderar los esfuerzos para garantizar una transición pacífica en Venezuela.
Chávez es uno de los más aguerridos críticos de Estados Unidos y los funcionarios brasileños temen una eventual intervención directa de Washington en Venezuela.
Ante sus dificultades de salud, la oposición venezolana exige que se active el proceso constitucional que llevaría a una junta médica a decidir si Chávez podrá o no volver a gobernar. Si fuese declarado incapacitado, el jefe del parlamento asumiría temporalmente el poder para convocar a nuevas elecciones.
Pero sus quejas han sido hasta ahora ignoradas por los gobiernos de América Latina.
La mediación de Brasil en la transición venezolana elevaría el perfil del gigante sudamericano como defensor de la democracia en la región.
El año pasado Rousseff lideró la ola de protestas regionales contra el veloz juicio político que llevó a la destitución del es presidente paraguayo Fernando Lugo.
El gobierno del predecesor y mentor político de Rousseff, Luiz Inácio Lula da Silva, jugó un papel activo en los esfuerzos para intentar resolver la crisis política en Honduras tras el derrocamiento del presidente Manuel Zelaya en el 2009.
Con información de agencias