En el acuerdo, los legisladores terminaron aumentando impuestos a los ricos y dejaron para otro día la discusión sobre el gasto público: en las últimas horas del 1 de enero, la cámara de representantes aprobó un acuerdo que evita el alza repentina de gravámenes sobre la renta, es decir, autorizaron la permanencia del beneficio fiscal promulgado por el presidente George W. Bush para individuos y familias que ganan menos de 400 mil y 450 mil dólares anuales, respectivamente.
No obstante el acuerdo, y tras omitir un alza en el techo de deuda y retrasar los recortes al gasto público, republicanos y demócratas regresarán a las negociaciones dentro de unas semanas, por lo que se espera que las discusiones sobre estos temas cruciales retornen al clima de incertidumbre que imperó en Estados Unidos antes de evitar el precipicio fiscal.
A pesar de que el acuerdo alcanzado no es permanente, el mundo reaccionó de manera positiva ante estas decisiones. En México la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) marcó el primer máximo histórico del año al ganar 1.37% para cerrar por arriba de los 44 mil puntos, tras el ánimo de los inversionistas por el acuerdo alcanzado en Estados Unidos.
El Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) ganó 598.34 puntos más respecto al nivel previo, impulsado por los incrementos de Cemex, Alfa y Grupo Financiero Banorte.
En los mercados estadounidenses el Dow Jones mostró una ganancia de 2.35 por ciento, el índice tecnológico Nasdaq subió 3.07 por ciento y el Standard & Poor´s 500 avanzó 2.54%.
En Europa la bolsa de Londres cerró ganando 2,20%, París 2,55%, Fráncfort 2,19%, Milán y Madrid se dispararon prácticamente cerrando sus operaciones con ganancias de 3,81% y 3,43% respectivamente. El índice Ibex-35 de los principales valores de la Bolsa de Madrid subió este miércoles un 3,43% hasta situarse en los 8.447,60 puntos al final.
Los resultados inmediatos de este acuerdo fueron positivos a nivel global pero para nuestro país los temas podrían afectar de forma negativa a nuestra economía.
Distintos analistas y especialistas en economía señalan a factores externos como unas de las principales afectaciones que nuestro país podría presentar en el crecimiento económico en el 2013. Tanto Estados Unidos como Europa siguen siendo factores de riesgo y a pesar de que el acuerdo en Estados Unidos enfrió el tema del precipicio fiscal, el peligro es latente ya que dicho acuerdo tiene vigencia de únicamente 8 semanas.
La afectación en el bolsillo de las familias estadounidenses por incremento de impuestos, lo cual se traduce en un menor consumo, y dado que las exportaciones mexicanas se dirigen principalmente a ese país, éstas caerían provocando serios problemas a la economía nacional. La magnitud se puede medir con estimaciones al respecto, las cuales señalan que por cada punto porcentual que disminuye el ingreso disponible estadounidense, se deja de importar entre 1.2 y 1.5 por ciento del exterior.
Por otro lado, también existen aquellos quienes se muestran optimistas. Para Jorge Dávila, presidente de la Concanaco-Servytur, las medidas anunciadas para aliviar los recortes al gasto público, el alza de impuestos y el riesgo de aumento del desempleo en Estados Unidos, permitirán efectos recesivos que se habrían presentado en la economía mundial. Además, comentó que las complicaciones que se registraron en la zona euro, como el colapso financiero de Grecia y el incremento abrupto del desempleo en España, no tuvieron impactos significativos para México.
En el mismo sentido, señaló que la estabilidad macroeconómica del país se refleja en la acumulación histórica de reservas internacionales y que el comportamiento de las inversiones (aun con las dificultades externas), sumaron al cierre de 2012 alrededor de 19 mil millones de dólares, cifra superior a los 16 mil millones recibidos en el periodo previo.
Por lo anterior, Dávila estimó que el crecimiento económico para México será de 4.0% por ciento con una inflación de 3.6 por ciento y un tipo de cambio en 13.2 pesos por dólar.
Para Jorge Gordillo, subdirector de análisis económico de CI Banco, el acuerdo alcanzado en el Congreso en Estados Unidos ya se esperaba, y confía que durante 2013 se puedan aprobar un par de reformas en el país, lo que daría un mayor impulso a la economía mexicana de entre 4.0 y 4.1 por ciento.
"Consideramos que existe la probabilidad de que se aprueben las reformas fiscal y energética. Ello hará más atractivo al país para atraer inversiones", dijo Gordillo. No obstante, el analista reconoció que Estados Unidos necesita una verdadera reforma fiscal para que ese país salga de su crisis y logre bajar su deuda. "No está tan definido cuál es su meta y a dónde quiere llegar, que es lo que quieren conocer los inversionistas".
Por otro lado, existen quienes se muestran muy negativos ante lo sucedido en Estados Unidos, como es el Fondo Monetario Internacional (FMI), quien mediante un comunicado pidió a los legisladores acordar un plan completo para sanear las finanzas públicas: "Hay que hacer todavía más para poner las finanzas públicas estadounidenses en el camino de la viabilidad sin perjudicar la frágil reactivación", indicó.
Las calificadoras Moody's y Standard and Poor's consideraron que el acuerdo no soluciona el problema de la deuda. Moody's aseguró que el acuerdo entre demócratas y republicanos "no aporta ninguna base para una mejora significativa de los índices de capitalización de endeudamiento del Estado a mediano y largo plazo".
Como postura "oficial", el presidente Enrique Peña Nieto vio con optimismo que los legisladores estadounidenses llegaran a un acuerdo y señaló: "Esto nos deja ver que México tiene que optar por un mayor fortalecimiento de su mercado interno. De estar menos expuestos a las amenazas de las economías de otros países o que se den en el orbe".
El tema central del comentario del presidente Enrique Peña es un punto que México tiene pendiente hace décadas: la autosuficiencia. Es verdad que debido a la globalización mundial es casi imposible e indeseable que cualquier país se aísle del resto del mundo, pero precisamente por esto, México debería buscar fortalecerse internamente.
Hoy por hoy, México tiene con qué defenderse y aunque tal vez se tenga que aprender "a la mala", sabe que necesita fortalecer su economía interna, nuestro país actualmente cuenta con las bases para que el 2013 sea un buen año ya que tenemos un mayor reconocimiento internacional por el buen manejo de las finanzas públicas y nuestro potencial de crecimiento, además de que hay un marco jurídico favorable a la inversión desde la ya promulgada Reforma Laboral y la nueva Ley de Contabilidad Gubernamental, hasta la de Asociaciones Público-Privadas (aprobada en diciembre de 2011, entró en vigor en noviembre pasado).
Además de los compromisos establecidos en el Pacto por México para nuevas reformas energética, educativa y hacendaria, están pendientes proyectos en materia de infraestructura sumados al optimismo generalizado en el sector privado sobre las expectativas de un mayor crecimiento sostenido. México se fortalece, pero aún falta camino por recorrer.