La competencia por el mercado de los teléfonos inteligentes se ha intensificado en los últimos años. Diversos factores han impulsado la disponibilidad de estos dispositivos, desde la caída en sus precios hasta el mejoramiento en los servicios de conexión móvil de internet, a través de los operadores de cada país.
Uno de los momentos decisivos en la historia de la telefonía móvil, y de la tecnología en general, ocurrió hace justo seis años, cuando Steve Jobs, entonces presidente de Apple Corp., presentaba el iPhone, un novedoso dispositivo que revolucionaría este mercado, después de que la compañía se anotara un éxito indiscutible con su iPod.
En un par de años, Apple se convertiría en el líder mundial dentro de este mercado, pero no tardaría mucho antes de que la situación se le complicara debido al surgimiento de nuevos fabricantes que ofrecerían smartphones con las mismas capacidades del iPhone, pero a una fracción de su costo.
En tanto, la mayor parte de las economías, tanto desarrolladas como en desarrollo, se ha mostrado entusiasmada por estos relativamente nuevos aparatos, y se estima que esta tendencia continúe a la alza, como lo indica un reciente estudio de la agencia Deloitte, que precisa que para 2013 se espera haya dos mil millones de smartphones activos en el mundo, lo que representa poco menos de un tercio de la población mundial.
No obstante, uno de los países que más crecimiento económico ha reportado en tiempos recientes, y que en la última década se ha posicionado como uno de los mercados más importantes para todas las industrias del mundo es China, uno de los países que se ostenta como un estado socialista, pero paradójicamente es también uno de los que mejor encarnan al capitalismo.
El mercado de este país es ahora la arena en la que se librará la batalla por el dominio del segmento de teléfonos inteligentes en el mundo. La contienda definirá al líder indiscutible entre los gigantes Apple y Samsung, en tanto que fabricantes como Nokia o BlackBerry, alguna vez estandartes de esta industria, buscarán inyectar vida nueva a sus alicaídas operaciones, en un intento final por apenas permanecer en la competencia.
La importancia de China para esta industria es indiscutible. De acuerdo a datos de la agencia International Data Corporation (IDC), el país asiático representa el 26.5% del mercado total de smartphones alrededor del mundo, la mayor participación de un solo país a nivel global, por arriba de Estados Unidos, con 17.8 por ciento.
Asimismo, estimaciones de la agencia indican que para 2016 esta participación decrecerá a 23%, aunque seguirá manteniéndose como punta de lanza, con el de Estados Unidos bajando a 14.5%, y con el sorpresivo ascenso de India, que pasaría de 2.5% en 2012 a 8.5% para 2016.
Por otra parte, IDC detalla que para el tercer trimestre de 2012, el mercado mundial de smartphones fue dominado por los dispositivos que funcionan con sistema operativo Android, de Google, con 136 millones de smartphones, seguido del iOS de Apple, con 26.9 millones de unidades, y 7.7 millones para el BlackBerry, de la firma Research in Motion.
Las tendencias son claras: China quiere cada vez más teléfonos inteligentes, por lo que los fabricantes ahora enfocan sus baterías a este objetivo, en específico Samsung y Apple, con la firma surcoreana buscando incrementar su ventaja sobre la firma de la manzana, la cual a su vez comienza a rezagarse como una marca de nicho, al menos desde la perspectiva de los sistemas operativos.
El analista de IDC, Wong Teck-Zhung, señaló que el consumidor chino busca opciones baratas de smartphones, que en conjunto con el incremento de la competencia, llevará a que los precios de estos dispositivos bajen a menos de 100 dólares. Precisó, no obstante, que también continuará aumentando la demanda por teléfonos de alta gama, debido a que se consideran símbolos de estatus en este país.
Bajo este contexto, no es difícil entender el por qué los fabricantes de teléfonos inteligentes buscan ganar terreno en el mercado chino, aunque las estrategias de cada uno han sido diferentes debido a que sus objetivos varían desde la supremacía del mercado hasta la supervivencia dentro de él.
Samsung Electronics es actualmente el vendedor número uno de smartphones en China, con alrededor de 16.7% de participación en este mercado. Aunque busca consolidar su dominio a través de otras estrategias, cabe destacar que mucho de su éxito se debe a que la firma se adaptó a la red 3G china que los operadores utilizan en este país.
Pero en específico y, como se verá con otros operadores, un interés en común de las firmas es el de trabajar con China Mobile, el operador de telefonía móvil más grande del país asiático y del mundo, al contar con poco más de 700 millones de suscriptores, y el cual utiliza esta red.
Apple busca reposicionarse en China, en donde hacia el tercer trimestre de 2012 se ubicó, de acuerdo a IDC, en el sexto lugar, lo que representa sin duda un gran reto para la compañía, al considerar la importancia de este mercado, así la sutil aunque clara tendencia a la baja en Estados Unidos y al representar el 15% de sus ingresos totales.
En cuanto a China Mobile, la compañía de Cupertino ha buscado durante cuatro años asociarse con este operador, mientras que éste último no lo ha hecho debido a que la tecnología de tercera generación utilizada en sus redes no resulta compatible con el dispositivo, en tanto que Apple no parece estar dispuesto a hacer una excepción para producir un iPhone especial para este mercado.
Habrá que estar pendiente de los resultados de las negociaciones que se han rumorado que Tim Cook sostiene con directivos de Mobile, y que muchos consideran se deben, más allá de cuestiones técnicas, a que para comercializar los iPhone, un operador debe pagar un subsidio más costoso -que eventualmente termina por caer en el consumidor-, en tanto que los teléfonos que operan con Android requieren de un subsidio menor. Ésta ha sido razón suficiente para que el gobierno chino, propietario de China Mobile, no apoye la comercialización de este smartphone.
Dentro de las estrategias de Apple también se contempla el lanzamiento de una versión del iPhone más pequeña enfocada a los mercados emergentes, pero específicamente China, lo que significa que probablemente cambió de opinión y se dio cuenta que, para ampliar su penetración en este mercado y enfrentar a su competencia, deberá diversificar sus productos.
Sobre esto, cabe señalar que China Mobile había estado buscando un teléfono de alta gama como estandarte para su oferta de servicios dentro de este segmento. No obstante, el operador sorpresivamente prefirió al Lumia 920T de Nokia sobre el iPhone 5 de Apple, y firmó un contrato similar por el que Apple ha aspirado. Al día siguiente, la compañía fundada por Steve Jobs vio la caída en el precio de sus acciones más brutal en cuatro años, la cual analistas atribuyeron en parte al anuncio de China Mobile.
Esto representa una oportunidad enorme para Nokia, la cual ha visto pasar su participación en el mercado de teléfonos móviles del 50 al 10 por ciento, esto desde la aparición del iPhone en 2006.
Indudablemente, es obligado mencionar a un silencioso competidor en esta carrera es Lenovo, que ha logrado colocarse como el segundo principal vendedor de teléfonos inteligentes en la nación asiática ?con 14.8% del mercado para el tercer trimestre de 2012-, y que para este año prevé obtener sus primeras ganancias de este negocio, lo que les permitirá extenderse a otros mercados como Rusia, India, Indonesia, Vietnam y Filipinas.
En tanto, de acuerdo a predicciones hechas por la agencia Gartner, esta firma desbancará a Samsung como líder en este segmento para 2013, esto debido a la popularidad de esta marca entre los consumidores chinos, distribución a través de todo el país y precios razonables.
Sin duda, la lucha por la conquista de los smartphones en China se asoma muy reñida y, a juzgar por las estrategias de los fabricantes, parece que su fase más brutal apenas comienza.