En esta nota trataré de presentar datos básicos de México y Brasil en temas sociales, y del mercado laboral. Veremos que Brasil definitivamente no debería ser un ejemplo a seguir para México, si queremos realmente tener avances importantes en estos temas.
De hecho, yo me sigo inclinando por Corea, o Chile en nuestro continente, como ejemplos a seguir.
El Producto Interno Bruto per cápita de México es igual a 10,064 dólares americanos (desde 9,485 en 2007) y el de Brasil es de 12,594 (desde 7,197 en 2007).
Dado que en este periodo se vivió la Gran Recesión, estos datos reflejan que Brasil tuvo un mejor desempeño económico durante la crisis global.
De hecho, mientras en México el PIB cayó más del 6 por ciento, en Brasil la caída del PIB fue ligera y la economía se recuperó rápidamente.
A futuro, sin embargo, no sabemos qué va a pasar.
Se espera que este año México crezca por arriba de Brasil.
En los indicadores sociales, vemos que los dos países se parecen mucho.
El porcentaje de la población que vive con menos de dos dólares al día en México es de 9% y en Brasil es de 10%.
El índice de Gini en México y en Brasil es muy similar, alrededor del 52% (otras fuentes consultadas ubican a Brasil como un país más desigual que México).
En cuestión de educación, la situación también es muy similar.
El porcentaje de niños en edad escolar de la primaria fuera de la escuela es de uno por ciento en México y de cuatro en Brasil.
Las tasas de alfabetismo de personas mayores de 15 en México es de 94 y en Brasil de 90.
Los indicadores de salud son ligeramente mejores en México: la tasa de mortalidad infantil de México es de 14 por mil y en Brasil de 17 por mil, y la expectativa de vida al nacer en México es de 79 y la de Brasil de 74.
Finalmente, en cuestiones de mercado laboral la situación es muy similar con altas tasas de informalidad (que rondan el 60% en ambos países).
Así, en mi opinión no hay muy buenas razones por las cuales tenemos que pensar que el modelo económico de Brasil es superior al de México, por lo menos tomando en cuenta los indicadores sociales y una perspectiva de largo plazo.
Chile, si es un ejemplo a seguir siguiendo esta misma lógica, y más aún Corea, país al que ya me he referido en otras ocasiones.
Aquí los datos de Chile.
El PIB per cápita es de 14,394 dólares (desde 10,406 en 2007), y aunque el nivel de desigualdad medido por el índice de Gini es similar al de México y Brasil (alrededor del 52%), en Chile no hay personas que vivan con menos de dos dólares al día.
Más aún, la tasa de alfabetismo de mayores de 15 es de 98 por ciento y los niños en edad escolar de la primaria fuera de la escuela es de 6 por ciento.
Finalmente, Chile tiene mejores indicadores de salud que México y Brasil con una tasa de mortalidad infantil de 8 por mil y una expectativa de vida 79.
Para concluir, quiero aprovechar esta comparación para hacer una reflexión del sistema de salud.
Las propuestas que están circulando de posibles reformas al sistema de salud, incluida la del Presidente Electo sugieren establecer un sistema de salud público financiado con impuestos generales (y no cuotas obrero-patronales) como forma para incrementar la formalidad y la productividad de la economía.
Bueno, pues en Brasil precisamente así se financia el gasto público en salud, totalmente con impuestos generales, y yo no veo que los resultados de salud, el mercado laboral y la productividad sean muy diferentes a los de México.