Miercoles 16 de Enero del 2013 |
2-9 / Noviembre / 2012
Antonio Reyes
Antonio Reyes

The Establishment
y la élite burocrática
económica en México

Recientemente la BBC (British Broadcasting Corporation) del Reino Unido realizó una serie de programas para conocer la opinión de la ciudadanía sobre la existencia o no del Establishment,como “ente” de control y poder social y económico de la vida británica. Los resultados obtenidos fueron controversiales, siendo el resultado final, si es que es posible extraer alguno, que tal “ente” había perdido relevancia en el destino y derrotero de esa nación.

The establishment es un término británico que es usado para referirse al "grupo" dominante visible o élite que detenta el poder o la autoridad en una nación. En su concepto se asume "la existencia de un cerrado grupo social que selecciona a sus propios miembros" (es.wikipedia.org/wiki/), de acuerdo a una visión y valores establecidos, compartidos y aceptados, aunque puedan ser relativamente antagónicos entre sí.

El término fue acuñado desde la esfera del periodismo profesional a mediados de los 1950’s y para la siguiente década era usado en el mundo occidental, asociado mayormente a la política. Sin embargo, su uso se hizo extensivo hasta a las ciencias para describir a las élites dominantes de su pensamiento y dominio, habiendo con el tiempo, poco a poco, dejado de ser usado, particularmente con la revolución conservadora.

Henry Fairlie, en su Political Commentary de septiembre de 1955, "en la revista londinense The Spectator, definió a la red de personas prominentes y bien conectadas como The establishment". Explicó que por "«establishment», no solo quiero definir los centros oficiales de poder -aunque ciertamente son parte de ello -, sino a toda la matriz de relaciones oficiales y sociales dentro de la cual se ejerce el poder. Remarcó que el "ejercicio del poder en el Reino Unido no podría ser explicado sin el "establishment".

El término sociológicamente permitió explicar la conformación de la élite gobernante británica y también la de diversos países, entre ellos Estados Unidos, fundamentalmente con el surgimiento del gobierno de John F. Kennedy y su grupo de colaboradores provenientes de la Universidad de Harvard. Así, también en el caso británico, una característica sobresaliente del establishment fue su origen educativo y universitario.

Los miembros del establishment han procedido de exclusivas escuelas privadas pre-universitarias y mayormente de las universidades públicas de Oxford y Cambridge; las dos grandes universidades por antonomasia inglesas. Como evidencia de tal origen de los miembros del establishment inglés, téngase en cuenta que de los últimos cinco primeros ministros británicos tres han estudiado en Oxford: Margaret Thatcher, Tony Blair y David Camerón. De igual manera, que el grueso de los miembros de sus gabinetes han pasado por las aulas y enseñanzas de esa universidad.

Así, a su origen social y económico del establishment, se agregó desde siempre el origen académico de sus miembros. Estos normalmente han jugado un papel activo desde sus lides estudiantiles, independientemente de su profesión o estudios. La Sra. Thatcher estudió química y Tony Blair prefirió usar su tiempo libre tocando guitarra, más que participar políticamente en la universidad, habiendo durado ambos más de dos periodos en el poder y nunca haber sido derrotados por la oposición.

Una característica sobresaliente del establishment siempre ha estado presente en la vida pública británica, independientemente de la militancia política del gobierno en turno. Por ejemplo, en el régimen de la Sra. Thatcher la dominancia del conservadurismo Tory fue sobresaliente en sus gabinetes y en el caso de Tony Blair el establishment inglés complementó activamente a los miembros del "Nuevo Laborismo"de origen escocés. Dicho de otra manera, el partido en el poder y la militancia política no ha sido razón para dejar fuera del establishment a algunos de sus miembros opositores.

Siendo el establishment una institución inglesa, era de esperarse que fuera sustancialmente afectado por los cambios experimentados por la sociedad en los más de cincuenta años que han pasado desde que tal concepto fue creado. En esos cincuenta años se vivió la revolución conservadora Reagan-Thatcher, cayó el Muro de Berlín, se despertó el fanatismo religioso y el racismo, y el mundo ha terminado sumido en la pesadilla de la mayor recesión-depresión experimentada en el mundo occidental desde 1929.

Aunque en el Reino Unido es posible decir que el establishment no representa y significa lo que fue, es obvio que las relaciones entre sus miembros y las "estructuras específicas de élite arraigadas en sus instituciones específicas"deben relativamente permanecer. Esto, a pesar de la sociedad meritocrática que alentó Tony Blair al señalar que buscaría crear una "sociedad en la que el mérito anteceda al privilegio". Hoy tal intención parece estar cada vez más lejana, en razón de la crisis mundial y del empuje que ella misma terminó proporcionando a las facciones políticas conservadoras.

Desde los 1960´s, más a raíz de la guerra de Vietnam, el término establishment fue asociado nominativamente al grupo en el poder, pero también como un adjetivo para identificar la resistencia de éste al cambio y a la trasformación social y económica que incitaban las utopías de aquellos tiempos; particularmente el movimiento hippie y el ideal del socialismo real, sin dejar de nombrar a una de sus figuras emblemáticas, como lo fue el Che Guevara.

De entonces al presente mucha agua ha corrido bajo el puente y México pasó del desarrollo estabilizador, al nacionalismo revolucionario, para arribar al nuevo liberalismo y terminar anclado en la llamada alternancia política. En ese devenir, el establishment mexicano pasó de ser formado y reclutado en las instituciones públicas de educación superior, cuyos miembros tenían un variopinto origen social y geográfico, a provenir de las universidades e institutos privados, cuyos alumnos eran al menos de clase media alta y de origen metropolitano. A la par, la relevancia de la carrera de leyes dejó de ser identificada como la etiqueta (label) de los funcionarios públicos federales y la "licenciocracia" pasó al olvido oficial como la manifestación de sapiencia y conocimiento.

Tal conformación del nuevo establishment es posible de identificarla más claramente en consideración a la élite de la burocracia económica de México, que se fue gestando desde fines de los 1907’s y hoy es factible de caracterizar en sus elementos básicos. A partir de esos tiempos, se dio el quiebre del nacionalismo revolucionario hacia el nuevo liberalismo, en medio de una estanflación (estancamiento con inflación) mundial. De esta manera, con la crisis de la deuda internacional y la batalla perdida del keynesianismo como base para el activismo económico del "estado", se dio paso a la liberación de los mercados, la privatización de las empresas y entidades públicas, desvinculando a la política monetaria de la política fiscal.

Obviamente, tal visión y cambio no podría haberse realizado en el país con la misma élite burocrática económica que había imperado, ni desde la misma universidad que había sido su semillero –la Universidad Autónoma de México (Unam)-, ante su cerrazón intelectual. Este cambio sólo era posible desde los centros superiores de educación privados, en donde desde los 1970’s se había alentado la visión monetarista, obviando y cancelando, también como en el caso de la universidad pública, cualquier otra visión intelectual o teórica.

El enfrentamiento de esas dos visiones probablemente fue la causa principal de la huelga experimentada en el Instituto Autónomo de México (ITAM) a principios de los 1970’s. Los efectos del cambio de paradigma y doctrina económica han sido substancialmente documentados en el "Proyecto: México. Los economistas del nacionalismo al neoliberalismo", de Sarah Babb (FCE). Babb, norteamericana,dice que "los economistas han sido los dirigentes de la política económica mexicana"y que "sus supuestos se han traducido en políticas públicas que determinan la vida de quienes están fuera de ese círculo".

Innegablemente, a partir de fines de los 1980’s la preeminencia de las escuelas privadas como fuente de reclutamiento de la élite burocrática mexicana se hizo evidente desde las esferas públicas en materia económica y financiera. Los economistas y financieros del Banco de México (Banxico), la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y otras entidades públicas sobresalían como profesionales de las escuelas o universidades privadas. En ese entonces, la mayor pujanza y reclutamiento provenía de los egresados del ITAM, dándose el mismo proceso de selección del reclutamiento desde las instancias burocráticas en una cadena inter-generacional.

Las cabezas intelectuales y "morales" del establishment de la burocracia, así generado, sobresalían por sus grados doctorales obtenidos en universidades norteamericanas, relevantemente privadas. Sobresalientemente, la expansión de la matrícula de las universidades privadas se desató a partir de mediados de los 1990´s. Desde ese periodo, el gobierno federal comenzó a fondear masivamente las becas-crédito de las universidades privadas, teniendo diversas fuentes de fondeo, primordialmente el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Tal acción, se hizo totalmente pública en 2011, sin mayor controversia política.

Con esta última decisión, el acceso a la universidad privada se hizo posible y extensivo para los estudiantes de clase media, en tanto los estudiantes de provincia vieron aumentada su presencia en las universidades privadas metropolitanas. También desde la década de los 1990’s las universidades privadas se expandieron a diversos campus en buen número de estados de la república. Sobresalientemente, el ITAM ha seguido concentrado en el Distrito Federal.

En la actualidad, la alta burocracia federal procede mayormente de las universidades privadas y la élite de la burocracia económica básicamente del ITAM, así como de casi las mismas universidades norteamericanas. Esta élite ha acompañado a los dos primeros presidentes de universidades privadas: Vicente Fox y Felipe calderón. A tal grado ha llegado la fuerza y la influencia de los economistas del ITAM que han copado también las áreas financieras y administrativas de sectores tan diversos como el de desarrollo social y el sector, salud.

El establishment mexicano del sector económico público ha podido consolidarse con los mismos cambios políticos de la alternancia, constituyéndose en una élite objetivamente trans-partidista y trans-sexenal, sin que ello se asuma por este analista peyorativamente. Sin diagnosticar tal proceso y sus consecuencias últimas, asombra que la consolidación de esa élite haya corrido en paralelo con el bajo desempeño de la economía nacional, pérdida de su relevancia internacional y el empleo. También llama la atención que éstos últimos hechos económicos cobren crítica acerva del gobierno federal entrante, cuando la burocracia económica posiblemente provenga del mismo establishment nacional.

Probablemente la élite burocrática económica de México vaya a jugar un papel relevante en el cambio y la trasformación nacional. El tiempo dirá si ello acontecerá, como ya dio puerta vocal a la inconformidad que desde las universidades privadas se manifestó durante la elección federal contra el statu quo de México. A veces tratar de ser políticamente correcto lleva a esperar un mañana que nunca llegará, espero que no sea el caso.

Por: Dr. Antonio Reyes
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