Miercoles 16 de Enero del 2013 |
15-21 / Diciembre / 2012
Teresa Táboas Veleiro
Crónica de un Tiempo.
Teresa Táboas Veleiro

UNDER CONSTRUCTION

Cuando el año 2012 está a punto de rematar, si tuviese que hacer un resumen a modo de titulares de prensa de lo más destacado en la escena del espacio mundo, hay uno que resaltaría sobre todos los demás, el referido a la construcción de esa comunidad política de derecho, pensada para integrar y gobernar un espacio común de estados: la Unión Europea.

Un sistema complejo construido sobre las cenizas de las dos guerras mundiales, aquello que el historiador inglés y especialista en cuestiones europeas, Tony Judt, denominó como el "parangón" universal del desarrollo social y político, un modelo de civilización capaz de hacer morir de envidia al resto de la humanidad".

El titular sería sin lugar a dudas, como ese que nos asalta y nos detiene el paso cuando intentamos navegar en el mar de internet:

"Under Construction, be patient"

Porque el síntoma inequívoco de que el proyecto está sin terminar de construirse y que además se comienza ya a tambalear, es la concesión del Premio Nobel de la Paz precisamente este año. Un premio que intenta reforzar parcialmente una estructura dañada, al igual que hacemos los arquitectos cuando una edificación se comienza a fisurar. Pero en este caso, el estado de deterioro del proyecto europeo es de tal magnitud, que aquellos que creemos en una Europa de los ciudadanos y de los pueblos, y no en la de una economía capaz de sacrificar en nombre de los mercados, a sociedades y gobiernos, sabemos que lo que se requiere plantear con rapidez es un sistema integral de refuerzo estructural que vaya más allá de la simple acción puntual, como lo fue este premio otorgado desde Oslo, y que Perry Anderson en Le Monde Diplomatique definió magistralmente como "Premio Nobel al narcisismo ".

El sueño de equidad, de bienestar y de justicia para los ciudadanos, desde el cual se cimentó la construcción de ese estado europeo, plural en lo cultural, pensado como unidad de naciones, comienza a resquebrajarse por la presión de un proceso de globalización que obligada a priorizar lo económico, algo que predijo muchos años antes el propio Nietzche, "Lo que se dibuja como necesidad de una unidad nueva va acompañado de un gran hecho económico que la explica: los pequeños Estados de Europa, quiero decir todos nuestros Estados e Imperios actuales, se van a hacer insostenibles económicamente habida cuenta de las exigencias de las grandes relaciones internacionales y del gran comercio que reclaman la extensión máxima, intercambios universales y un mercado mundial. Sólo eldinero obligará, pues, a Europa, pronto o tarde, a fundirse en una sola masa".

Y vemos así, como lo que se intenta apuntalar es el proyecto Euro, frente al proyecto ciudadano y de los pueblos. El ejemplo claro es como las entidades financieras son salvadas con dinero público, recursos que tendrían que ir destinados a ese sueño europeo de la equidistribución de la riqueza; la filosofía del socialismo europeo del siglo XXI se ha transformado, y su único fin no es otro que el de socializar las pérdidas de la banca, en aras de lograr preservar el instrumento financiero con el que hacer frente como entidad supranacional a los retos de una economía mundial.

El proyecto Europeo está pues en crisis, a medio construir. Esta es para el continente, una tercera guerra que enfrenta y polariza el norte y el sur, y donde el enemigo es la tiranía de los mercados. Por ello Judt ya en la última etapa de su vida escribió ese magnifico libro titulado Algo va mal, donde recoge el pensamiento ya pesimista de quien creyó en la construcción europea. Palabras que nos obligan a reflexionar a todos aquellos que seguimos creyendo y apostando, por aquel sueño europeo de igualdad y justicia social, consecuencia de las dos grandes guerras, con el fin de evitar que que está tercera, sutil, pero devastadora, lo imposibilite.

"Por el camino hemos perdido la idea de igualdad. Sin ella el discurso socialdemócrata se desdibuja. ¿Qué hay que hacer? Repensar el Estado, reestructurar el debate público, rechazar la tramposa idea de que todos queremos lo mismo, y replantearnos la vieja cuestión de William Beveridge: "Bajo qué condiciones es posible y valioso vivir, para los hombres en general "los ricos no quieren lo mismo que los pobres. Los que se ganan la vida con su trabajo no quieren lo mismo que los que viven de dividendos y de inversiones. Los que no necesitan servicios públicos no quieren lo mismo que los que dependen exclusivamente del sector público". "si los ciudadanos activos o preocupados renuncian a la política están abandonando la sociedad en manos de sus funcionarios más mediocres y banales "

Teresa Táboas Veleiro
Doctora Arquitecta

Si tuviese que abreviar lo andado en la vida lo haría de forma concisa,

simplemente diría que soy por vocación ARQUITECTA,

por compromiso POLITICA
y CIUDADANA siempre por convicción.
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