El primero fue de comportamiento distraído para el debut del rejoneador español Leonardo Hernández que mostró gran oficio y el que cerró plaza para Arturo Saldívar áspero y se quedaba corto. Todos incluyendo los anteriores con embestidas emotivas, de altísima calidad las del séptimo que le correspondió a Alejandro Talavante.
Hermano Querido (nombre para recordar a Don Pepe Gual hermano de Doña Tere esposa de Don Alberto Bailléres, que se nos adelantó en el paseíllo de la vida) se llamó el toro que fue de campeonato y que recibió el homenaje del arrastre lento.
Arturo Saldívar en su primero rayó a gran altura, hacia el final de la faena con una serie con la mano derecha que lo hicieron cimbrarse transmitió a los tendidos de la plaza el sitio que pretende en el toreo, falló con la espada pero va como la espuma.
Uriel Moreno El Zapata, tuvo una actuación valiente con saldo de cornada en el glúteo y tres orejas para irse en hombros a la enfermería.
En fin, no cabe duda que el toro a todos pone en su lugar y el encierro lidiado el 21 de octubre de 2012 en Pachuca, abre los ojos a quienes suponen que lo que el público demanda en las corridas son toros light.
San Miguel de Mimiahuapám puso la muestra y por tardes como la de Pachuca, la flama de la afición se mantiene viva y en espera de la Temporada Grande en La México que inicia el 28 de octubre.