Entre los presentes se encontraban varios miembros de lo que fue la Casa Pedro Domecq, como los hermanos Nogueira y Antonio Ariza Alduncin, así como también los actuales directivos de las casas vitivinícolas más importantes del país.
La cita fue en el tradicional El Taquito, de grandes recuerdos para Lalo por qué ocupó el puesto de garrotero y de cajero cuando en su juventud, pretendió convertirse en novillero.
El sitio le era cercano a la tienda de su papá y podía convivir en el mejor restaurante de ambiente taurino, con figuras de tanto renombre como Garza, Silverio, Armillita, Manolete entre otras muchas, que por ahí se reunían a chanelar de toros.
El Taquito sigue en pie en una zona plagada de vendedores y de tiendas, pero entrar es como viajar en el túnel del tiempo y el domingo 9 de septiembre en La México buen encierro de San Antonio de Padua de Mónica Hernández Weber, para los novilleros Ávila de la Torre que recibió como Karla de los Ángeles, una oreja, las dos protestadas mientras que dos novillos recibieron el homenaje del arrastre lento.
Adrián Padilla leonés que recibió la oportunidad después de lanzarse de espontáneo hace dos semanas, sin pena ni gloria.
Mónica y Karla dieron emotiva vuelta al ruedo.