Los números son rotundos, once orejas y un rabo fueron los premios recibidos por el de Galapagar con seis astados de diferentes ganaderías, el cuarto de Parladé fue indultado por sus cualidades de bravura y nobleza, recibió de ese toro lo máximos trofeos simbólicos, las orejas y el rabo, al final fue paseado en hombros.
José Madariaga muy conocido en el negocio financiero fue uno de los testigos, hace unas semanas me lo encontré y me comentó que asistiría, le aseveré que era un afortunado y después de conocer el resultado, lo fue.
Pero más allá del resultado es una gran alegría escribir sobre un suceso histórico por el concepto tan puro que tiene José Tomás del toreo también por su capacidad de sobreponerse a todo y dar una noticia que convulsiona al mundo taurino.
Con el capote estuvo variado, con la izquierda inconmensurable, con las muñecas y con toques muy suaves fue construyendo la tarde para la historia, de esas que quedan para platicarse con el transcurrir de los años.
Muy bien ubicado y a milímetros de los pitones, toreaba con gran suavidad situándose con perfección para el siguiente pase o lance, con la espada fue rotundo, los toros elegidos por la administración que encabeza Salvador Boix atinados en trapío y comportamiento.
Congratulemos después del miedo de perder al hombre, tenemos José Tomás para rato. A disfrutarlo.