En la inauguración el curador Mark Rosenthal dijo que "Empezaba a pensar en Warhol como un meteoro que golpeó la Tierra".
El arte contemporáneo ha trabajado incasablemente en acabar con la figura del genio, le llama tiranía, negando la creación pura, la invención, la originalidad, ensalzando el anonimato del artista, la no autoría de la obra, la apropiación como modelo de emancipación de la unicidad de la obra y la creación individualista.
El genio rompía las reglas, se valía de un gran talento para crear algo nuevo, para lanzarse contra lo establecido y con las ruinas de lo que destruía inventaba algo que se convertiría en un canon. El genio abría la puerta de la creación a golpes.
Esta violencia creadora se sustituyó por la comodidad del no hacer o del mínimo esfuerzo, por la teorización más que por la creación.
Es revelador que para el director del MET Warhol influya con su "genio" a artistas que no hacen su obra, Koons es incapaz de hacer ni un boceto de su trabajo, todo, desde las ideas hasta la fabricación está a cargo de un equipo en el que él únicamente pone la firma, es como una franquicia artística. Sherman no tiene obra, se hace fotografiar disfrazada en diferentes actitudes, explotando su rostro inexpresivo, sin que esto desemboque en una caracterización actoral, es un clown, un payaso que se trasviste.
Warhol tampoco hacia su obra, la Factory era un taller en el que desde el principio él fue prescindible, trabajaban solos. Warhol estaba inmerso en sus películas y en sus fiestas, delegó las serigrafías a un equipo de trabajo.
Entonces, lo que podemos decir que legó Warhol a estos artistas actuales es el cinismo de llamarse artistas cuando no hacen su obra y de explotar y copiar objetos y anuncios publicitarios, fragmentos de películas y toda clase de creaciones para hacer sus obras.
Llamarle genio es un recurso para validar estas obras y darle nivel a artistas evidentemente fáciles y sin creación real.
La exacerbación que hizo de la sociedad de consumo al llevar la publicidad y los objetos de supermercado a la galería de arte es su gran aportación y esto es un reflejo de lo que el arte se convertiría: un objeto de especulación económica y retórica, sin dificultades técnicas, estéticas o intelectuales y con una predisposición a la imitación y la copia como formas de creación.
El arte americano encontró que con las obras de Warhol el consumo masivo adquiría valor artístico y la sociedad de consumo tenía dotes curatoriales: lo que la gente más consumía se convertía en tema para Warhol. Esto implica personalidades que él reprodujo en sus retratos en serigrafías, los tabloides amarillistas, la comida enlatada, todo entraba en la categoría de arte.