¿Por qué un museo estatal no debe ser un recinto para colecciones privadas? Porque el criterio de un coleccionista es individual, compra lo que a él le gusta, no es una colección formada con una visión inclusiva, no representa un caleidoscopio real de lo que es el arte y se limita a mostrar las adquisiciones de alguien y sus dudosos y cuestionables gustos.
Otro motivo es porque el dinero de los impuestos no es para levantar palacios al coleccionismo individual, revalorando sus obras en el mercado y marginando lo que a éste coleccionista no le gusta o no le interesa. Los museos estatales deben estar al servicio de la sociedad, no para alimentar protagonismos o vanidades.
En los negocios no existen las coincidencias, bastó que Eugenio López fuera a Guadalajara con su Colección Jumex de obras de segundo nivel para que se movilizaran todos los poderes y pusieran en marcha el museo. Acto seguido Patrick Charpenel, coleccionista, marchante de arte contemporáneo y además el curador en jefe del próximo Museo de la Barranca, es nombrado director de la Colección Jumex. Para acabar con las buenas relaciones, resulta que Michel Blancsubé, anterior director de la mencionada colección, es amigo de la Colección Omnilife, de Jorge Vergara, otra compilación privada sin recinto.
Estas colecciones han anunciado en varias ocasiones que están a punto de construir sus propios museos, pero la realidad es que no lo hacen porque no pueden o no quieren y vemos como de la noche a la mañana el gobierno se pone a trabajar en construir un museo sin acervo que urge rellenar con algo que a estos empresarios les sobra: arte contemporáneo. Que conveniente resulta todo.
Preguntemos con ingenuidad: ¿Va a influir en el criterio curatorial de las exposiciones que el curador en jefe del Museo de la Barranca sea empleado de Eugenio López y odie a la plástica? ¿Significa esto que estamos pagando con nuestros impuestos un museo costoso y extravagante para el lucimiento de unos cuantos? ¿El Estado, tan magnánimo y generoso, les va a pagar por el comodato de sus colecciones? Demasiadas dudas para un solo museo. Supongamos que el Gobierno del Estado tiene conciencia social y se da cuenta de que en Jalisco existen grandes pintores y jóvenes talentos para el dibujo y la pintura, y se abocan a comprar y exhibir pintura jalisciense en ese museo, en lugar de construir este recinto para coleccionismo privado de dudosísima calidad. El impulso que darían a las artes plásticas sería histórico.
El arte no se apoya con obras faraónicas, se apoya impulsando al talento. A un museo lo hace su acervo y éste no puede supeditarse a los gustos y lineamentos estéticos de unos pocos. Ya hablaron de su construcción, ahora es pertinente que aclaren públicamente qué acervo planean exponer ahí.