El gobierno de la Ciudad de México ha sido sin lugar a dudas comprometido con una ciudad diferente en donde la adaptación a los cambios necesarios no se han hecho esperar: Ahora tenemos mas Metro y éste es mas seguro, más kilómetros de Metrobus, logrando así además de dar un mejor servicio a los usuarios, ha colaborado con la fluidez del tránsito vehicular, una ciudad en donde el esparcimiento forma parte de las políticas públicas y donde se ha privilegiado el uso de la bicicleta como medio de transporte y recreo.
Tenemos una ciudad socialmente responsable, lo es con los jóvenes y con los viejos; una ciudad mucho más incluyente en sus espacios y en sus políticas públicas, una ciudad mucho más segura; de hecho hoy si no es la mas segura del país ocupamos entonces el segundo lugar y esto después de haber sido la más insegura de nuestra república.
Los casos de salud como el del virus h1n1 y el sarampión, fueron tratados con toda responsabilidad evitando así su expansión. Hoy el Distrito Federal cuenta con espacios culturales que se ocupan, es decir no tenemos espacios sin artistas o sin público.
Ebrard ha sido galardonado internacionalmente, como el mejor alcalde del año, pero además premiado en él y su equipo en asuntos como equidad y políticas ambientales. En educación se han obtenido grandes logros, esto a pesar de no ser competencia local y de tener un gobierno federal adverso.
La ciudad de México es hoy un mejor lugar para vivir, pero también un lugar que se moderniza mediante nuevas vialidades y mejoras en su aspecto. Ha construido más vialidades que ningún otro gobernante y la paciencia de los ciudadanos se debe a que sabemos que esas obras ayudarán a tener una ciudad mejor comunicada en los vehículos públicos y privados.
Marcelo Ebrard se ha desempeñado en su cargo como Jefe de Gobierno de manera responsable y exitosa, pero con un modelo de izquierda moderna, que a mi juicio es tan parecida a la vieja derecha y tan diferente a la vieja izquierda y que promete la inclusión casi pragmática de aquellas medidas que sean de manera evidente mejores para su gobierno, con lo que han sido mejores para sus ciudadanos. Después de su informe anual, sus detractores con actitudes críticas en el mejor de los casos y mezquinas en la mayoría, nos demuestran que Ebrard se perfila como una posibilidad real, para el 2018, pero nos demuestran también que no saber reconocer todo lo bueno que se ha logrado, habla de la falta de altura política y la falta de amor por la ciudad en la que vivimos.
Hasta cuando seguiremos soportando al porrismo político que acusa insensibilidad y denostándolo todo y no hace sino poner en evidencia la mezquindad que mencioné hace un momento.
Las finanzas de la ciudad, hoy son un pilar del crecimiento de la ciudad. Nunca la Ciudad de México había tenido tanto dinero y esto a pesar de que el Gobierno Federal ha decidido recortar las participaciones de la ciudad, cosa que debiera molestarnos a todos en todo el país. No debemos pagar los ciudadanos con el castigo que desde las más altas esferas del poder se quiera imponer para impedir el avance de una ciudad. En el Distrito Federal hay mayor equidad, mejor educación, soluciones reales en cuestiones ambientales, una mejor policía y mayor seguridad, mejores espacios para el esparcimiento y el turismo, mejor calidad y cobertura en salud, se han generado miles de empleos y la cultura ha sido rescatada.
Me queda claro que falta mucho por hacer, que nuestra ciudad de 8 millones de habitantes se convierte en una ciudad que atiende por lo menos al doble de sus contribuyentes cuando tomamos conciencia de que el área conurbada está siendo subsidiada sin contar con una política de distribución de los ingresos que se de, de manera regional., en el D. F.
No contamos con una constitución propia, seguimos siendo un híbrido que hace que quienes aquí vivimos seamos ciudadanos de segunda; esto queda pendiente.
Enhorabuena a Marcelo, quien ha sido un gran Jefe de Gobierno para nuestra ciudad. Lo vamos a extrañar!